Se dice que las antiguas sociedades Mexicas, Toltecas, Chichimecas, Mayas, Coras, Huicholes, Tarahumaras y todas las que habitaron y siguen en nuestro México lindo y querido, siempre mantuvieron cercanía con el deporte, algunos haciendo carreras a larga distancia, a manera de correo, otros con el juego de pelota, en fin que esas diferentes culturas que también se distinguieron por ser bravos guerreros, ahora, con el correr de los siglos se unen, pero para convivir sanamente haciendo deporte.
La IV edición del Encuentro Nacional Deportivo Indígena que se realizó del 30 de noviembre al 5 de diciembre en la capital campechana, tuvo momentos sublimes, de emoción y reconocimiento, como la participación de la delegación de Nayarit con una selección de vólibol Huichol en la rama Femenil, de entre sus selecciones varoniles de básquetbol y atletismo, también llegaron con su vestimenta a la usanza tradicional.
Jalisco, también trajo a sus selecciones indígenas, quienes orgullosos portaban su vestimenta, incluso muchos de ellos se pasearon por las calles de nuestro Campeche haciendo compras y visitando lugares turísticos.
Algunos delegados reconocieron que la realización del Encuentro Nacional Deportivo Indígena es oportunidad única para que las etnias en el país muestra con orgullo sus costumbres, sus vestimentas y tradiciones, pero también reconocieron que la juventud poco a poco está perdiendo todo eso; por eso es de vital importancia mantener vivas esas costumbres y qué mejor que en un encuentro nacional, como el que terminó este domingo en la capital campechana.
Tabasco, Yucatán y Campeche, asistieron con sus selecciones indígenas, y aunque en nuestro Estado hubieron detractores, José Martín Noh Gómez y el profesor Humberto Sánchez Alvarez, fueron los encargados de hacer las eliminatorias municipales, donde llegaron para eliminarse gente de Hopelchén, Escárcega, del municipio capital, Tenabo, se invitó a los municipios, sin embargo, se entiende que por ser primera ocasión que se hace en forma aquí en el Estado, hubo poco respuesta, sin embargo se conformaron buenas selecciones, y a final de cuentas ganaron tres primeros lugares y un segundo.
Pudimos ver a gente de Hopelchén sudando la camisa y defendiendo con pundonor la bandera del Estado en deportes como el fútbol, básquetbol y vólibol, incluso trajeron atletas para participar en las carreras de campo traviesa y pedestre; deportistas verdaderos, de sangre maya corriendo por sus venas, no “disfrazados” como alguien por allí se atrevió a decir, y lo único que hizo fue ofender a nuestra raza maya pura.
Durante la clausura de este Encuentro Nacional Deportivo Indígena, los Choles, convivieron con los Mayas, con Coras, con descendientes de Mexicas y otras tantas culturas, aquí no hubo discriminación, se convivió y compitió parejo; el deporte nos unió durante cuatro días y de acuerdo a expertos de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, este evento ha sido el mejor hasta el momento, pues se notó mayor entrega y pasión, sin importar si alguien no sabía jugar o desconocía las reglas de algún deporte, pues todos llegaron a competir y a convivir, por lo consiguiente a mantener lazos de amistad entre nuestras diferentes culturas y etnias.
Esas antiguas culturas que aún mantienen sus costumbres y vestimentas son orgullo nuestro, por eso en Campeche nos enorgullecemos de pertenecer a la raza maya, una de las más grandes en cuanto a cultura, estudios, investigadores del universo, incluso fueron los inventores del Cero, entre otros grandes logros. Así es como nos sentimos durante esos cuatro días, pues nos mantendremos la misma ruta de la amistad, deportiva y civismo.
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